Reencontrándome
Crees que es el hombre perfecto (no sólo para ti, sino en toda la Tierra). Lo ves a futuro contigo, crees que son el dúo más compatible del mundo, tienes la certeza de que la novedad que experimentas es la señal que asegura que no te equivocas. Te entregas en TODO sentido, porque estás enamorada, porque se ve enamorado, porque crees ciegamente en sus planes... porque aunque sabes que es mejor esperar para cimentar la relación, o que es posible que no sea él, quieres creer que no pasa nada si das ese paso, que lo que dicen no aplica para ustedes, que la probabilidad de que funcionen, dada tu "objetividad indudable", es mayor. Porque temes perderlo. Pero como bien leerás en esta página, si es el amor de tu vida, no se irá si no te entregas. Y como te darás cuenta cuando te quedes soltera luego de unos meses "maravillosos", no era terrible perderlo: lo peor que hiciste fue perderte A TI. No es malo apoyarlo. No es malo querer verlo feliz. Y los hombres no son una desgracia ni las relaciones un fiasco. Pero es cierto que no pueden basarse sólo en emociones: éstas cambian, porque son reacciones al entorno. Si ya te entregaste, entiende que sigues siendo digna/o de alguien maravilloso/a. Si no lo has hecho, recuerda que en serio vale la pena esperar a quien te demuestre que no te dejará solo/a.